
Para hacer el acontecimiento aún más extraño, el que la acompañaba en el auto sosteniendo el volante era su ex-esposo y ella se dirigía hacia un encuentro sexual con su actual novio algo que a su ex-cónyuge pareció no molestarle en lo absoluto.
Afortunadamente el incidente no causo heridos de gravedad ya que los cerebros de los ex-esposos ya estaban muertos hace años.
El policía que los detuvo mencionó que diez años atrás había detenido a un hombre en el mismo lugar con 3 jeringas insertadas en su brazo. El oficial juró que nunca volvería a ver nada tan extraño, pero el lugar parece tener una atracción especial para la gente increíblemente imbécil.
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