Hace unos meses, un británico acudió al hospital aquejado de un raro síntoma: sufría una serie incontrolable de estornudos cada vez que pensaba en el sexo. Pues no, no te sorprendas, porque su reacción podría ser más frecuente de lo que imaginamos, según revela un estudio médico que acaba de ser publicado en la revista Journal of the Royal Society of Medicine.
Según el otorrino Mahmood Bhutta, coautor del artículo, “el reflejo del estornudo es una reliquia evolutiva en las conexiones de una región de nuestro sistema nervioso llamada sistema nervioso autónomo”. Según Bhutta, puesto que este área nerviosa controla respuestas fisiológicas que escapan a nuestro control, como el latido del corazón o la dilatación de la pupila, es posible que un cruce de señales haga que el sexo y los estornudos estén ligados en ciertas personas.
Para buscar más casos como el de su paciente, Bhutta investigó en Internet. Y descubrió testimonios de al menos 17 hombres y mujeres que habían confesado sufrir estornudos inmediatamente después de tener pensamientos sexuales, o incluso después de un orgasmo.
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