Una investigación del incidente fue ordenada por el Superintendente de Educación Tom Brady, que calificó de inaceptable y de falta de sensibilidad cultural el comportamiento del subalterno.
De inmediato, el cónsul general en Boston, Dominico Cabral, sacó la cara por el lienzo nacional y presionó una reunión de emergencia con el señor Brady, exigiéndole que el empleado fuera sancionado, medida que asumió el funcionario académico.
"La bandera es nuestro símbolo patrio y lo que el señor Pekins hizo fue una gran ofensa a nuestro símbolo", expuso el cónsul Cabral al Superintendente. El funcionario escolar prometió a Cabral utilizar su influencia para "calmar" a la indignada comunidad dominicana de Providence.
El cónsul general explicó que un niño dominicano, de entre 13 a 14 años de edad - que no puede identificar por razones legales - enarbolaba una bandera el 27 de febrero y a éste fue que el asistente del director, se la arrebató, la tiró al piso y la pisoteó. Una de las reacciones, fue la de que muchos niños nacidos en la República Dominicana y en Estados Unidos, comenzaran a protestar en el comedor, acusando al funcionario y ante una actitud agresiva de éste, respondieron lanzándoles platos, cucharas y cubiertos por lo que fueron sancionados.
Fuente: Diario Libre Digital
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