El segundo juego fue como una película repetida, pero con los papeles invertidos: Tampa Bay anotó primero y su pitcher abridor James Shields sacó los outs clave cada vez que los Filis, ineptos en la ofensiva, intentaron hacer daños.
Un día antes los Filis se adelantaron 2-0 en el primer inning y terminaron imponiéndose 3-2, pero los dueños de casa se encargaron de no perder el tiempo al anotar dos veces en el acto inicial.
Shields sólo tuvo un inning de 1-2-3 al cubrir cinco entradas y dos tercios en las que debió sofocar varias amenazas. Pese a sus problemas, Shields se apuntó la victoria, emulando a su colega de Filadelfia, Cole Hamels, quien también tuvo que salir de numerosos atolladeros el día previo.
La Serie se traslada a Filadelfia para el tercer juego, la noche del sábado, con Jamie Moyer abriendo por los Filis ante Matt Garza. Pero el pronóstico de lluvia hace peligrar que se dispute, en una coincidencia con respecto a la última vez que los Filis estuvieron en el clásico. En 1993, el tercer juego arrancó tras un retraso por lluvia de 1 hora y 12 minutos.
Los Filis deberán hacer algo drástico para encontrar la fórmula para batear el hit oportuno. Su suerte en el segundo juego pudo haber sido otra de haber sacudido la pólvora.
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