Toneladas de escombros provocados por el tsunami causado tras el terremoto que asoló Japón el 11 de marzo del año pasado e impulsados por el viento y las corrientes marinas se están dirigiendo hacia América mucho más rápido de lo esperado, según informa el diario The Guardian.
Entre los escombros se encuentran muebles, pelotas de fútbol o equipos de pesca. La mayoría de los objetos que flotan en las costas de Japón, como los coches y edificios casi enteros, se desintegrarán progresivamente en pedazos más pequeños, pero otros más resistentes, como los barcos, podrían llegar intactos a Estados Unidos.